PLAYEOS (2019)

“Salir a playear” era una expresión usada por los primeros pobladores y antiguos veraneantes de las costas oceánicas uruguayas. Refiere al acto de errabundear al borde del mar con los sentidos bien abiertos a la espera de los tesoros que puedan aparecer con las mareas, en especial después de las tormentas. Crecí practicando esta acción poética desde niño. Un día, casi sin pensarlo, la cámara se sumó a ese flaneur costero. Desde entonces, el momento preciso se transformó en una recompensa tan fantástica como los posibles tesoros que uno se pude encontrar si anda atento y lo acompaña la fortuna del playeo. En honor a esa magia, me propongo revelar las cosechas de mis nomadeos marinos con procedimientos fotográficos propios, hechos con agua de mar como uno de los componentes*. Vuelvo a la costa del balneario en el que vivo desde mi infancia acompañado de un laboratorio itinerante, con el anhelo de celebrar el acto alquímico de la revelación en el lugar donde se gestó esta historia. Así, se construye este proyecto circular que celebra al mar, revelado con mar, en el mar.

Marrón-verde, dulce-salada: las piezas resultantes son tan sorpresivas y variadas como las aguas en las que nacen. Pactos con la incertidumbre, consecuencias de costas donde se mezclan el río con el océano y que son testigos del encuentro del ser con la inmensidad.

* Fotos reveladas con procedimientos propios libres de bicromatos, cianuros y nitrato de plata. Componentes usuales en las fórmulas de revelados alternativos. Todas las piezas parten de capturas hechas con celular, teniendo como objetivo la fusión entre la accesibilidad de la fotografía digital con la alquimia de los procedimientos analógicos.

Proyecto seleccionado en el llamado a sala del Centro de Fotografía de Montevideo (CDF) / 2018.